sábado, 20 de junio de 2009

Un libro: Matar a un ruiseñor


Me gustó la película, pero el libro no lo había leido hasta hace unas semanas. Se trata de uno de esos libros que te enganchan desde la primera página y no lo puedes soltar hasta que lo terminas.
La historia, contada en primera persona por Jean Louise Finch, llamada Scout, evoca los años de su infancia en la población sureña de Maycomb, Alabama, durante la época de la Depresión americana: La escuela, con una educación rígida y absurda, las correrías por los alrededores junto con su hermano Jem y su amigo Dill, las diferencias sociales y las habladurías de los vecinos.
Sin embargo, el centro de toda la historia es el padre de Scout y Jem, Atticus Finch, abogado viudo, bondadoso padre que se preocupa de dar a sus hijos una educación libre de prejuicios y basada en la honestidad. Atticus es encargado por las autoridades del Condado de asumir la defensa de un joven negro, Tom Robinson, acusado de violar a una muchacha blanca.
Atticus afronta la difícil defensa de Tom conociendo las dificultades que plantea en una sociedad racista y llena de prejuicios sociales.
En resumen, un libro ameno, con unos personajes muy bien definidos y que se nos hacen cercanos muy rápidamente, costumbrista y sentimental, sin caer en la cursilería.

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